Una monja de nacionalidad boliviana que permanecía enclaustrada en un convento de Italia, dio a luz a un pequeño bebé, luego de ir al médico por fuertes dolores estomacales. Ella ha decidido volver a la vida civil y dedicarse a ser madre.
La hermana perteneciente a la congregación ‘Las Discípulas de Jesús’, tenía fuertes dolores de estómago y fue al hospital Bartolomeo Eustacchio. Grande fue la sorpresa de los médicos cuando descubrieron que la mujer tenía que ser intervenida para dar a luz.
Por suerte, tuvo un parto natural según el periódico ligiornale.it. La religiosa que gritaba de dolor, fue trasladada al área ginecológica, pues rompió la fuente y tenían que ayudarla a parir. Fue niño y ella decidió ponerle de nombre “Francisco”, en honor al Papa.
La monja, que pertenecía al convento de San Severino Marche, ingresó al convento en junio cuando ya estaba embarazada, pero ella no informó sobre su estado. El pequeño Francisco nació bien y continúa en el centro médico para los chequeos correspondientes.
La monja y reciente madre reveló que desea cuidar al bebé, por lo que renunciaría a seguir llevando los hábitos.
Este sería el segundo caso de este tipo que se registra en Italia, ya que el año pasado una religiosa salvadoreña de 33 años dio a luz a un bebé y luego se retiró de la congregación a la que pertenecía.
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